Comportamiento Parental
A veces, el comportamiento o la conducta de los padres envía señales de alerta sobre el maltrato infantil. Las señales de advertencia incluyen a un padre que hace lo siguiente:
Muestra poca preocupación por el niño.
Parece incapaz de reconocer el sufrimiento físico o emocional del niño.
Culpa al niño por los problemas.
Constantemente menosprecia o reprende al niño, y lo describe con términos negativos, como "inútil" o "malvado".
Espera que el niño le brinde atención y cuidado, y parece estar celoso de que otros miembros de la familia reciban atención del niño.
Ejerce una disciplina física dura.
Exige un nivel inadecuado de rendimiento físico o académico.
Limita duramente el contacto del niño con los demás.
Ofrece explicaciones conflictivas o no convincentes para las lesiones del niño o no ofrece ninguna explicación en absoluto.
Repetidamente lleva al niño para que le hagan evaluaciones médicas o solicita pruebas médicas, como radiografías y análisis de laboratorio, por cuestiones no detectadas durante el examen del proveedor de atención médica.
Castigo físico
Los expertos en salud infantil condenan el uso de la violencia en todas sus formas, pero algunas personas siguen utilizando el castigo corporal, como las nalgadas, como una manera de disciplinar a los hijos. Si bien los padres y cuidadores con frecuencia recurren al castigo físico con el objetivo de ayudar a sus niños a comportarse mejor, las investigaciones muestran que las nalgadas provocan que la conducta empeore en lugar de mejorar. Además, están vinculadas a problemas de salud mental, las relaciones difíciles con los padres, la autoestima baja y el desempeño académico inferior.
Cualquier castigo corporal puede dejar cicatrices emocionales. Los comportamientos de los padres que causan dolor, lesiones físicas o traumas emocionales, incluso cuando estos tienen lugar en nombre de la disciplina, pueden ser casos de abuso infantil.
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